Apple acaba de presentar la patente. Sugiere una posible evolución de los teclados de los portátiles MacBook hacia teclas virtuales y con superficies flexibles y sensibles a la presión.
En los últimos años, Apple ha tenido problemas con de los MacBook Pro , especialmente aquellos con mecanismo de mariposa. Estos últimos suelen ser vulnerables a la entrada de polvo y suciedad que provocaron el mal funcionamiento de las llaves. El problema sólo se solucionó parcialmente en 2018. Pero lo cierto es que el diseño del teclado sigue siendo propenso a ensuciarse.
Apple está considerando soluciones más radicales para resolver este problema, como lo demuestra una patente que le concedió ayer la Oficina de Patentes de Estados Unidos. Esta patente denominada “Estructura de entrada sensible a la presión configurable para dispositivos electrónicos”, describe un teclado con trackpad, compuesto por una superficie sensible a la presión, flexible y con una especie de pantalla subyacente capaz de representar teclas virtuales.
Un teclado más que táctil
Al leer la patente, parece diferente de los teclados con pantalla táctil para iPad. No se trataría de una simple pantalla táctil, sino de un sistema de entrada más complejo que reacciona a la presión (por tanto, a la fuerza ejercida y no al simple tacto). Por tanto, es capaz de flexionarse bajo los dedos del usuario. Esto luego se combinaría con un sistema de retroalimentación, de modo que el usuario pudiera registrar perceptivamente la pulsación de tecla y así tener una respuesta convincente a la presión.
El dispositivo ofrecería entonces toda la versatilidad de una aplicación de teclado virtual típica, con un diseño y controles que podrían cambiar según las necesidades o el contexto operativo. Un ajuste como este no necesariamente requeriría eliminar los teclados físicos.
Se trata de un enfoque interesante, que intenta superar los límites de los teclados mecánicos (rotura de teclas, etc.) y los virtuales (respuesta de uso no óptima). Sin embargo, es bueno recordar que esto es sólo una patente, y no necesariamente pretende convertirse en algo real en el corto plazo.