¡Tener una imagen con buena resolución es fundamental para obtener una impresión de calidad!
¿Qué es la resolución de la imagen?
La resolución de la imagen corresponde a su calidad y especialmente a su nitidez. Se expresa en DPI (puntos por pulgada) o en DPI (puntos por pulgada): este número indica la cantidad de píxeles situados en una línea de una pulgada, es decir exactamente 2,54 cm. Cuantos más píxeles hay, más pequeños son y, por tanto, menos perceptibles a la vista. Por tanto, la imagen es más nítida y de mejor calidad.
Una resolución de imagen demasiado baja puede deberse a una foto demasiado pequeña o a una resolución base insuficiente. Es posible mejorar ambos datos para poder imprimir con confianza en varios formatos.
Aumentar la resolución con un redimensionador como fr.depositphotos.com puede ser una solución para mejorar tus imágenes y permitirte imprimirlas correctamente.
¿Por qué mejorar la resolución de la imagen para optimizar la calidad de impresión?
Es para imprimir donde la resolución de la imagen es importante. Existen todas las buenas razones para lograr una impresión de calidad, ya sea para preservar recuerdos personales de calidad o para comunicarse profesionalmente con soportes impecables. El número de píxeles de las imágenes en cuestión determinará el tamaño máximo de impresión, en función de la calidad deseada.
Se acepta comúnmente que la resolución óptima debe ser la resolución máxima de 300 ppp. Este era especialmente el caso antes de que se generalizaran las herramientas de impresión digital. Sin embargo, hoy en día es necesario matizar esta afirmación, ya que las técnicas han evolucionado y los sistemas de marcos superponibles sólo se encuentran en determinados procesos particulares.
Además, la distancia desde la que se verá el medio influirá en la resolución necesaria. De hecho, para una imagen que se verá de cerca, como en un álbum de fotos o en un catálogo, se recomienda tener una resolución de 300 ppp. Con ello el ojo no percibe los píxeles cuando la imagen está a 25 cm de distancia. Para imágenes más grandes y, por tanto, vistas desde más lejos, es posible conformarse con una resolución de 150 ppp, o incluso 70 ppp para un póster de 4×3 observado desde una distancia de 5 metros.
Para articular mejor estos diferentes criterios, existen fórmulas para determinar el formato máximo de impresión:
- (largo o ancho en cm x ppp) / 2,54 para obtener la dimensión en píxeles.
- (número de píxeles / número de cm) x 2,54 para obtener los ppp
- (número de píxeles / ppp) x 2,54 para obtener el número de centímetros
Por ejemplo, para un formato de 30 x 20 cm, necesitas 8,6 Mpx para conseguir una calidad de 300 ppp y 1,5 Mpx para 150 ppp. Si pasamos a un gran formato de 100 x 75 cm por ejemplo, los 150 ppp recomendados por las imprentas se obtienen con 18,8 Mpx. Este tamaño en píxeles corresponde a la definición de la imagen; Este es el número total de píxeles en el formato digital de la imagen.
Así es como, por ejemplo, una misma imagen de 5616 x 3744 píxeles tendrá una definición diferente dependiendo de su tamaño de impresión:
- A 72 ppp, medirá 198,12 x 132,08 cm;
- En 144 ppp llegaremos a 99,06 x 61,04 cm;
- A 300 ppp, será de 47,55 x 31,7 cm.
Para un cálculo rápido y aproximado, podemos calcular el tamaño de impresión de la imagen que se puede obtener con un resultado correcto, dividiendo sus alturas y anchos en píxeles por 100.
¿Cómo mejorar la resolución de una imagen?
Es posible mejorar la resolución de una imagen para que pueda imprimirse con la resolución y el tamaño deseados. Para hacer esto, debes cambiar su tamaño. Esto requiere encontrar compromisos entre estos dos criterios. Efectivamente, no hay resultados milagrosos: no se puede ampliar indefinidamente sin perder un poco de nitidez, ni pasar de una imagen de calidad muy mediocre a una impresión extremadamente precisa. Sin embargo, con buenas técnicas se pueden conseguir resultados completamente aceptables.
El uso de software fotográfico o una ampliadora en línea permite agregar píxeles que se agregan para aumentar las dimensiones de la imagen sin perder demasiada resolución, o para aumentar la calidad de la imagen sin ampliarla mucho. Existen múltiples posibilidades para responder a muchos escenarios.
En conclusión, la resolución de la imagen influye en la calidad de impresión y determina su tamaño máximo. Aunque es más fácil seleccionar una imagen exitosa, de buena calidad y nítida, es posible optimizar una imagen básica menos óptima, con herramientas técnicas adecuadas. Finalmente, otros factores como el tipo de impresión, la calidad del papel o la tinta pueden influir en la calidad del resultado obtenido al imprimir; también hay que tenerlos en cuenta.